En medio de una crisis económica y social que afecta al país, Diego Valdez, un vendedor ambulante de Posadas, Misiones, trabaja largas horas diarias para conseguir el ingreso mínimo que le permita subsistir. Este jueves, mientras se preparaba para regresar a casa después de vender sándwiches y empanadas en el estacionamiento de un supermercado mayorista, encontró un bolso abandonado con alrededor de $4 millones. Sin dudarlo, se puso en contacto con los supervisores del comercio y pudieron encontrar al propietario, un médico de la zona.
«Mi felicidad y riqueza están en mi familia», expresó Valdez, padre de dos niños, quien sueña con tener un trabajo formal algún día. En una entrevista con La Voz de Misiones, destacó: «Aunque no hay cámaras de seguridad en el estacionamiento, nunca dudé. Agradezco a Dios por la ayuda que recibo de mucha gente. A veces la tentación está presente, pero la plata fácil viene y fácil se va».
El vendedor, de 43 años, relató que al principio tuvo escalofríos al ver tanto dinero. Luego de hallar el bolso, contactó a los supervisores y devolvió el dinero al propietario, quien estaba emocionado y agradecido. «El dueño valoró más los documentos médicos de sus pacientes», contó Valdez a Radioactiva 100.7.
Valdez perdió su trabajo como cocinero y parrillero en noviembre de 2023 debido al cierre del local donde trabajaba por la crisis. Desde entonces, se dedica a la venta ambulante. «Está difícil, antes vendía 80 sándwiches, ahora alrededor de 30», lamentó.
El día anterior al hallazgo, dejó su currículum en el mercado Diarco en busca de un empleo formal. Ahora, tras devolver el dinero, espera que la empresa lo considere una persona confiable. «Mi esposa dice que fue una prueba de Dios para probarme, y que hice lo correcto y con buen corazón», concluyó Valdez, orgulloso.