Un sismo de magnitud 7,8 sacudió en las últimas horas el sur de Turquía y el norte Siria, dejando cientos de muertos y miles de heridos así como importantes daños.
El temblor se sintió a las 4.17 (hora local) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria. Tuvo una magnitud de 7.8 y también se sintió en el Líbano y Chipre.
Debido a la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, sorprendió a la mayoría de la gente durmiendo en sus casas. Muchos no pudieron escapar. Los rescatistas buscan sobrevivientes entre los escombros.
En Turquía, el número de muertos asciende por el momento a 912, y el de heridos a 5.383, según el presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Las ciudades más afectadas son Adana, Malatya, Adiyaman y Diyarbakir, esta última ubicada a 250 kilómetros al este del epicentro. Unos 1.710 edificios se derrumbaron, entre ellos, un hospital en Iskenderun.
En Siria, el terremoto ha afectado a una zona aún en disputa entre el Gobierno de Bachar al Asad y la oposición armada, donde se encuentran miles de refugiados internos.
La agencia oficial de noticias siria SANA cita fuentes del Ministerio de Salud e informa de 237 muertos y 639 heridos solo en el territorio bajo control del Gobierno en las provincias noroccidentales de Hama, Tartus, Latakia y Alepo.
En tanto, las áreas que aún controla la oposición (la región de Idlib y zonas de Alepo), la organización de los Cascos Blancos, que trabaja normalmente rescatando a personas tras los bombardeos, indicó que hay más de 120 muertos y centenares de heridos.