La jueza de Familia Nº 3 de Concordia, Noelí Gabriela Ballhorst, dispuso la restitución de un niño de 8 años de edad a su ciudad natal en Brasil. Había sido ingresado por su madre a esa ciudad de Entre Ríos, de un modo que la Justicia consideró ilegal. El pedido, tramitado vía Cancillería, fue realizado por su padre.
El caso del ingreso ilegal del niño al país fue notificado a la Defensoría Pública Nº 5 de Concordia por la Cancillería argentina el 13 de julio pasado, a partir de la denuncia del padre acerca de que había sido retenido por la madre, quien tiene familiares en la ciudad entrerriana. A los cinco días de la denuncia, a pedido de la Defensoría, se realizaron las investigaciones pertinentes y se dio con el paradero del menor y de su madre.
Una vez localizados, desde el juzgado de Familia se inició la tramitación de la restitución internacional y se fijó la audiencia prevista en el artículo 240 de la Ley de Procedimientos de Familia, con el fin de garantizar un retorno seguro del niño a Brasil, informaron desde el Poder Judicial de Entre Ríos.
Luego de varias audiencias que fueron presididas por la jueza Ballhorst; la abogada Lorena Pignataro, en representación del padre del niño quien se comunicaba vía remota; el abogado Alfredo Russo, representante de la madre, y Diego Ponce por el Ministerio Pupilar, acordaron la restitución del niño a su país de residencia. La medida se debía cumplir cuando culminase el año escolar en Concordia.
Si bien el art. 245 de la Ley de Procedimientos de Familia expresa que el proceso de restitución internacional de menores de 16 años, reviste el carácter urgente y autónomo y no puede exceder de seis semanas, en este caso las partes autocompusieron el conflicto y acordaron en resguardo del derecho a la educación de su hijo, regresarlo a su residencia habitual luego de finalizado el año escolar del niño.
Fue así que el 8 de diciembre, el pequeño junto su madre cruzaron por el puente Internacional Paso de los Libres-Uruguayana para el reencuentro con el padre en São Pablo, para luego dirigirse a su residencia habitual en Paraty, Río de Janeiro.
Desde el Juzgado de Familia destacaron que en todo momento se contó con la colaboración de la autoridad central que acompañó el retorno seguro del niño y de su progenitora a la República Federativa del Brasil, con la cooperación de funcionarios del Puente Internacional “Agustín P. Justo – Getúlio Vargas”, lo que facilitó el ingreso al país vecino del niño y de su madre.