Alejandro desapareció el sábado y, ante la falta de novedades sobre su paradero, su madre presentó rápidamente la denuncia en la comisaría local.
En un trágico episodio ocurrido en la ciudad de Machagai, Chaco, Alejandro Emanuel Meza, un joven de 21 años, desapareció el pasado sábado. Tras varios días de investigación, se logró determinar que el caso involucraba un asesinato relacionado con una pulsera de oro. El crimen ha conmocionado a la comunidad local y ha llevado a la detención de dos personas.
Desaparición y primeras investigaciones
Alejandro desapareció el sábado y, ante la falta de novedades sobre su paradero, su madre presentó rápidamente la denuncia en la comisaría local. Inmediatamente se activó el protocolo de búsqueda de personas, y el caso fue derivado a la fiscalía en turno, así como a la División Investigaciones de Sáenz Peña.
Durante las primeras entrevistas, los investigadores lograron obtener información clave sobre los últimos movimientos de Alejandro, gracias a la colaboración de su hermano, Marcos Meza. Según relató Marcos, 15 días antes de su desaparición, Alejandro había comprado una pulsera de oro con un dije en forma de cruz a un hombre llamado Eduardo por la suma de $150.000. Posteriormente, Alejandro intentó revender la pulsera a un precio mayor a través de sus redes sociales.
El comprador y el encuentro fatal
El comprador, que se había comunicado con Alejandro para adquirir la pulsera, pactó un encuentro en la casa del padrastro de Meza. Según Marcos, el acuerdo no incluyó el dije de la pulsera, por lo que la transacción totalizó $300.000. Sin embargo, el sábado el comprador volvió a contactar a Alejandro, solicitándole el dije, lo que llevó a un nuevo encuentro, esta vez en el mismo lugar. Desde ese momento, se perdió contacto con Meza y solo se encontró su moto en el lugar.
Investigación y hallazgo del cuerpo
Gracias a un testimonio clave, los investigadores pudieron rastrear los movimientos del joven y determinar que el supuesto comprador y otro hombre lo habían secuestrado. Los agentes confirmaron la versión a través de las cámaras de seguridad de la zona, que mostraron cómo los sospechosos trasladaban a Alejandro en un auto Renault Logan.
En consecuencia, se realizaron varios rastrillajes en las cercanías de la calle Carlos Gardel, donde encontraron el automóvil utilizado para el secuestro. Además, se solicitó la apertura de las antenas del teléfono de la víctima, lo que permitió conocer sus últimos movimientos.
La Fiscalía N° 1, encabezada por el fiscal César Collado, ordenó la detención de los dos sospechosos: un hombre de 35 años y un joven de 21. Durante su interrogatorio, el mayor de los detenidos confesó haber asesinado a Alejandro de un disparo, mientras que el menor admitió haber ayudado a ocultar el cuerpo.
Detención y hallazgo del arma del crimen
Tras las declaraciones de los sospechosos, los investigadores se dirigieron a un camino vecinal en el Pueblo Viejo, donde encontraron un revólver calibre .38 largo de 6 alvéolos, que se cree fue utilizado para asesinar al joven. Poco después, en las cercanías del camino vecinal de Colonia Uriburu, la Policía halló el cuerpo de Meza.
Imputación por homicidio agravado
En el lugar del hallazgo, trabajaron la fiscal Collado y el Gabinete Científico del Poder Judicial, realizando las pericias correspondientes y el levantamiento del cadáver. A raíz de los testimonios y pruebas obtenidas, el fiscal Collado imputó a los detenidos por homicidio agravado.