El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores ordenó este mediodía que se investiguen a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo por los delitos de falso testimonio, tal como había sido solicitado la fiscalía.
Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia hicieron lugar al planteo de la fiscalía para que se extraigan copias de la causa y se inicie una investigación para establecer si los dos rugbiers que no fueron sometidos a juicio cometieron falso testimonio.
En la etapa de alegatos por el crimen de Fernando Báez Sosa, la fiscalía había pedido que se procesen por «falso testimonio» a Guarino y Colazo, quienes habían declarado como testigos.
El fiscal Juan Manuel Dávila aseguró en su alegato en el juicio que ambos amigos de los acusados habían mentido en su declaración: «Estuvieron ahí, vieron todo, pero dijeron que no recordaban nada».
Guarino formaba parte del grupo de amigos de Zárate que vacacionaba en Villa Gesell cuando ocurrió el ataque a Fernando Báez Sosa. Inicialmente fue imputado junto a Alejo Milanesi, pero con el avance de la investigación quedaron sobreseidos en abril de 2021.
Colazo, por su parte, fue nombrado como el «sospechoso número 11», pero no recibió imputación.
Ambos declararon en enero como testigos en el juicio oral. Guarino dijo haber visto a Thomsen junto a «un chico tirado» y que supuso que «se estaban peleando de vuelta». «Vi a Máximo al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban peleando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones», señaló.
Ahora el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores aceptó la apertura de una causa por falso testimonio contra Guarino y Colazo para investigar si efectivamente dijeron la verdad frente al tribunal, como están obligados a hacer.
La pena prevista para ese delito va desde un mes a cuatro años de prisión.