Nuevos testimonios se sumaron en el marco de las audiencias que se llevan a cabo por el crimen del joven de 18 años acontecido en enero del 2020. Por primera vez, los jóvenes acusados estuvieron sin barbijo y cada nuevo aporte complica más el futuro de los acusados.
En la jornada de hoy, declararon las criminalistas Haydeé Almirón y María Eugenia Cariac. Ambas confirmó que la huella de una zapatilla que la víctima tenía en el rostro era de Máximo Thomsen.
María Eugenia Cariac, además de ser integrante de la policía científica de la Policía de Buenos Aires desde hace 16 años, es licenciada en Criminalística. Actualmente, está a cargo de la policía científica de Villa Gesell. Participó de la pericia scopométrica, a la que definió como un “estudio comparativo” entre las improntas detectadas en la autopsia de la víctima y cuatro zapatillas secuestradas en el allanamiento.
Cariac sostuvo que, de los cuatro pares analizados, halló correspondencia con uno solo: “La zapatilla de marca Cyclone que tenía un diseño ‘zigzag’”. Así, sin decirlo porque no dio nombres durante su exposición, confirmó que la impronta era del calzado que pertenece a Máximo Thomsen.
“Son dos lesiones en regiones anatómicas distintas, con dos patrones distintos, un diseño es más chico y el otro es más grande”, agregó.
La perito Haydeé Almirón participó de la pericia scopométrica y fue contundente sobre lo que había explicado su colega Maria Eugenia Cariac previamente. Que la improta de la zapatilla en la cara de la víctima se correspondía con un solo par de los analizados, el de marca Cyclone. Ese pertenecía a Máximo Thomsen.
“Fue posible establecer que todos los calzados presentaban características que los individualizaban. Había diferentes modelos y diferentes talles. Tomamos las vistas, las impresiones de la suela de cada uno de ellos y pudimos determinar qué diseño y qué moldura tenía cada uno. Los 14 pares resultaron ser diferentes en marca, suela y diseño. Todos con desgaste en su suela”, comenzó Almirón mientras exhibía un power point con las imágenes.
De acuerdo con la reconstrucción de la pericia que hizo Almirón, “se indagaron los rastros que presentaba la víctima en cuello y en el mentón (maxilar inferior izquierdo)”. Sobre esto último, la perito dijo que “era un rastro con identidad suficiente apto para cotejo”, ya que presentaba 12 líneas en zigzag y líneas curvadas debajo. Y siguió: “Estas características le daban identidad al calzado. Luego, contrastamos con el resto, buscamos un zigzag y pudimos obtener un único candidato: una zapatilla marca Cyclone, que corresponde al pie derecho. Las marcas estaban en este calzado y no en otro”.