El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo la intervención del Distrito Federal de Brasilia luego de que seguidores del ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional.
El decreto de intervención federal en el Distrito Federal regirá hasta el 31 de enero de 2023. La intervención se limitará al ámbito de la seguridad pública.
Lula, quien está de visita en el interior del estado de Sao Paulo, no se encontraba este domingo en Brasilia.
El mandatario nombró como interventor a Ricardo Capelli, secretario general del Ministerio de Justicia, quien será el responsable de toda el área de Seguridad en la capital hasta el próximo 31 de enero y estará subordinado directamente al presidente.
Con la intervención, los órganos de Policía de la capital pasan a estar controlados por el interventor, que a su vez solo responde ante Lula.
Según de tala O globo, el mandatario mantuvo una reunión de urgencia por videoconferencia con los ministros de Defensa, José Mucio Monteiro, Justicia, Flavio Dino, y Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha.
Por otra parte,Lula afirmó que que los “vándalos fascistas” que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y la Presidencia, en Brasilia, serán “encontrados” y “castigados”.
El flamante mandatario calificó de “barbarie” los graves altercados vividos hoy en la capital brasileña por parte de radicales de la extrema derecha que exigen una “intervención” militar.
Además, Lula responsabilizó de los incidentes al ex presidente Bolsonaro, de quien dijo que alienta a sus seguidores a través de las redes sociales.
Agregó que los radicales han sido “estimulados” por el ex gobernante y que “pagarán con la fuerza de la ley” por los disturbios provocados.