Tras una semana marcada por 30 horas de debate, intensos enfrentamientos en el recinto y las calles, y la aprobación «en general» de un proyecto, la Cámara de Diputados inicia otra semana crucial con el destino aún incierto de la Ley Ómnibus, que llegó al Congreso hace poco más de un mes, habiendo perdido en el camino doscientos artículos.
Este martes, la sesión se reanudará desde las 14 horas con la votación en particular del paquete de reformas, pero se anticipa una mañana agitada en el Congreso. Los bloques asociados a gobernadores aún esperan señales del Ejecutivo respecto a los recursos para las provincias y discutirán un nuevo pacto fiscal. Mientras tanto, ciertos capítulos clave de la iniciativa enfrentan riesgos de caer, y otros carecen del respaldo de la oposición dialoguista, cuyos votos el oficialismo necesitará para aprobar cada artículo.
Aunque existían dudas entre los diputados de los distintos bloques, desde la Presidencia de Diputados, a cargo de Martín Menem, aseguraron anoche que, al tratarse de una fase de votación, se requiere un quórum inicial de 129 diputados. Se estima que el debate comenzará con «cuestiones de privilegio», lo que, dada la situación de protestas y detenciones de manifestantes, así como los enfrentamientos entre diputados, podría prolongarse varias horas.
El viernes pasado, con 144 votos a favor, Diputados aprobó en general el proyecto enviado por el Ejecutivo, a excepción del «capítulo fiscal», que incluía una subida de retenciones y la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria, como había anunciado el ministro de Economía, Luis Caputo.
Este martes, el oficialismo dará a conocer los artículos que se han acordado eliminar después de las negociaciones con bloques opositores y gobernadores durante la última semana. Según fuentes de La Libertad Avanza y el PRO, se planea votar «capítulo por capítulo», pero en los capítulos más controvertidos se procederá artículo por artículo, o al menos en grupos de artículos.
No está previsto permitir las exposiciones de los diputados como durante el debate general. En su lugar, se permitirá a un diputado por bloque hablar durante tres minutos para expresar su desacuerdo con un artículo o capítulo o para informar sobre el sentido de su voto.
Dependiendo del nivel de acuerdo alcanzado antes y durante la sesión, así como del nivel de conflicto dentro y fuera del recinto, se determinará la duración de la votación en particular. Los cálculos más optimistas apuntan a un cierre el miércoles por la noche, con la posibilidad de un cuarto intermedio durante la noche del martes para avanzar en las negociaciones.