La víctima, identificada el lunes por la mañana, habría estado cuidando la vivienda donde ocurrió el crimen, según relataron sus familiares.
Este domingo, en horas de la siesta, un hombre identificado como Alejandro Martínez fue ultimado a balazos en una vivienda ubicada sobre la calle Pedro Londero, entre Churruarín y Francia, en la ciudad de Paraná.
La identidad de la víctima se confirmó el lunes por la mañana, ya que al momento del crimen no llevaba consigo documentos. Martínez era empleado municipal y, según relataron sus familiares al medio Códigos, se encontraba en el domicilio cuidando la propiedad, de la cual no era propietario.
La casa donde ocurrió el homicidio pertenece a una mujer que reside a unos 50 metros del lugar. Su hijo había comenzado a vivir allí con su pareja, pero tras ser denunciado por violencia, la Justicia lo excluyó de la propiedad. Posteriormente, la joven inició una nueva relación y se estableció en la vivienda con su nuevo novio, aunque hace unos meses se mudó a otro sitio.
Fue entonces cuando Martínez comenzó a habitar la casa. No está claro si la joven le cedió el uso de la propiedad o si hubo algún tipo de subalquiler de por medio.
El domingo, alrededor de las 13, Martínez tuvo una acalorada discusión con la joven, en la que, según testigos, ambos intercambiaron insultos y objetos dentro de la casa. Finalmente, la mujer abandonó el lugar, pero antes de irse le prometió venganza con la frase: "Ya vas a ver".
Una hora después, tres personas irrumpieron en la vivienda. Uno de los atacantes, armado con una pistola, disparó varias veces contra Martínez. A pesar de estar herido, la víctima logró salir de la casa y trepar un alambrado que separa la propiedad del terreno vecino. Sin embargo, mientras descendía, fue alcanzado por su agresor, quien lo ejecutó con varios disparos más.
La División Homicidios, bajo la dirección del fiscal Laureano Dato, inició la investigación. Con base en los testimonios recogidos, en un primer momento se demoró a un joven de 24 años, quien fue sometido a un dermotest y trasladado para su identificación. Posteriormente, nuevas evidencias lo vincularon directamente con el crimen y quedó formalmente detenido. Se trata de un allegado a la joven que había discutido con la víctima momentos antes del asesinato.
Durante el peritaje en la escena del crimen, la Policía Científica recogió diez vainas servidas, aunque el arma homicida aún no ha sido localizada. La investigación sigue en curso para esclarecer todos los detalles del homicidio y dar con los otros implicados.
El homicidio ocurrió en el barrio El Trébol, aunque algunos residentes afirman que la zona también es conocida como "Villa Corpiño". Los vecinos, que descansaban durante la siesta, fueron sobresaltados por una serie de detonaciones de un arma de fuego de grueso calibre. Según testigos, tras los disparos, dos jóvenes escaparon por la parte delantera de la casa, mientras que un tercero, con un arma en la mano, huyó por el fondo del terreno.
El crimen ha generado gran conmoción en la comunidad, y las autoridades continúan trabajando para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.