Un rastrillaje de la policía bonaerense encontró restos humanos en Brandsen e investigan si pertenecen a Lucas Escalante, el joven de 26 años que desapareció el 9 de diciembre junto a Lautaro Merello, quien fue hallado asesinado en un descampado de Guernica hace 10 días.
Durante el viernes y el sábado los operativos se concentraron en un descampado a la vera de la Ruta 210, entre Brandsen y la localidad de Domselaar, en el partido de San Vicente. Allí encontraron restos calcinados dentro de una bolsa.
En las próximas horas se realizarán las pericias de ADN para corroborar su identidad.
La investigación llegó hasta Brandsen siguiendo la pista del celular de Lucas, que se habría activado por última vez en la zona el lunes 12, tres días después de su desaparición. A partir de este dato, los investigadores barajaban dos hipótesis: que Lucas está con vida, o que el dispositivo podría estar en manos de algún implicado en el hecho.
El primer operativo que se llevó adelante en Brandsen el viernes tuvo resultado negativo. Pese a que la familia del joven habría pedido la intervención de las fuerzas federales, el sábado personal de la Policía Bonaerense continuó con los rastrillajes.
De cualquier manera, Romina, la hermana de Lucas, aseguró que tienen la esperanza de que aparezca con vida: “Lo único que nos dijeron es que parecían huesos de vieja data y que no coincidían con el tiempo de la desaparición. Por eso lo siguen buscando vivo”.
Hace pocos días la causa dio un giro cuando la fiscal de la causa, Mariana Dongiovanni, logró el arresto de Cristian Centurión (hijo de Francisco, comisario de la Bonaerense) y su primo Maximiliano. Ambos están acusados de asesinar a Lautaro Morello “con alevosía y ensañamiento”.
De acuerdo con las fuentes, uno de los detenidos ahorcó a Lautaro hasta matarlo, y con ayuda del otro implicado quemaron su cuerpo y lo arrojaron a un descampado en la zona de Guernica, donde luego fue encontrado.
Aunque Romina señaló que siguen “indagando sobre la relación de su hermano con los Centurión”, detalló en una entrevista con A24 que el primer contacto que Lucas tuvo con la familia del comisario data de fines de 2020 a través de Instagram.
Según su testimonio, Cristian le había escrito para hablar sobre su auto y los “beneficios” que podía ofrecer su padre. “Le decía que su papá era policía y que podía ayudarlo en los controles. Lucas inocentemente creía en todos los que le hablan de su auto”, manifestó.