Este año 2019 le jugo , a la diputada electa una sorpresiva jugada desde que logro ngresar a la Camara de Diputados de la provincia de Santa Fe, junto a otros cinco integrantes de su lista que tienen como fin »defender la vida» y decirle NO al aborto.
Pero el bloque «pro vida», compuesto por representantes antiderechos, tanto del evangelismo pentecostal como del catolicismo más duro, ya empezó a crujir antes de que asuman sus bancas en la Legislatura provincial.
Es que Granata empezó a tener contacto con un sector del PRO, enemistado con el presidente del partido en la provincia Federico Angelini, y encarnado en Roy López Molina, otro joven dirigente que quebró la unidad del macrismo santafesino y aspira a una renovación en los modos de tomar las decisiones puertas adentro. La ruptura entre ambos sectores se dio entre las primarias nacionales y las generales. Angelini, que venía siendo vapuleado luego de la derrota de Macri en las PASO en la provincia, quedó bien parado luego de la remontada de 10 puntos que hizo Juntos por el Cambio, que le permitió ganarle a Alberto Fernández por un punto.
En este contexto, Angelini (que encabezó la lista de diputados e irá al Congreso nacional) ya no es el líder enclenque que querían dibujar desde el entorno de López Molina. Pero el rosarino ya piensa a futuro: a principios de noviembre organizó una reunión con Granata y hubo foto de todos los integrantes de esta línea rebelde con la panelista devenida en dirigente. Luego, ella misma mantuvo una reunión también publicitada en redes con el canciller Jorge Faurie, de origen santafesino.
Los gestos enfurecieron a sus aliados religiosos, que huelen un salto de partido y que el grupo de seis –que estaba en condiciones de pelear la segunda vicepresidencia de la Cámara- se desgrane el 10 de diciembre. «Es una cosa de Amalia solamente, no del bloque”, comentó el pastor Walter Ghione, electo por la lista «Unite por la Familia y por la Vida», quien además reconoció que “no hay prácticamente relación” con la periodista.