El gobernador Omar Perotti separó a Rubén Rimoldi del cargo que ocupaba al frente del Ministerio de Seguridad provincial y en su lugar asumiría el actual secretario de Seguridad Pública provincial, el comandante de Gendarmería Nacional, Claudio Brilloni.
Rimoldi salió a las 21.05 de la reunión con el gobernador y el ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, y confirmó que había dejado el cargo. Ahora falta que se defina su sucesor, que sería Brilloni. «¿Ya no es ministro? No», admitió el ahora exministro, en diálogo con El Tres Tv.
Rimoldi ingresó pasadas las 20.20 a una reunión convocada por el ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, y de la que también iba a participar el gobernador para analizar la gestión que llevaba a cabo desde agosto del año pasado. «Todavía estoy en el cargo», confirmó por entonces con tono sarcástico y minutos después, el mandatario santafesino acotó: «el día es largo y todavía falta mucho».
Sin embargo, el cónclave duró escasos minutos y gobernador le pidió la dimisión a Rimoldi, al tiempo que comenzó a sonar con mayor fuerza el reemplazo del gendarme Claudio Brilloni, quien hasta ese entonces ocupaba el cargo de secretario de Seguridad Pública.
Previamente, en horas de la tarde, el gobernador y el ministro Rimoldi se habían visto las caras para analizar la situación de extrema violencia que se está viviendo en Rosario. En ese encuentro se pactó una nueva reunión para las 19, pero se postergó más de una hora por la firma de un convenio que el gobernador tenía con el Ministro del Interior Pedro Wado de Pedro. También estuvo presente en esa reunión el ministro Corach y altos jefes de policía de la provincia.
Cuando asumió en agosto del año pasado, el funcionario saliente había prometido un ordenamiento de mandos y cuadros de la policía para “acelerar las respuestas en calle”.
Esas modificaciones comenzaron a esbozarse en los últimos tiempos en Rosario. Sin embargo, los altos niveles de violencia registrados en Rosario que tuvo como corolario el supuesto secuestro seguido de asesinato de Lorenzo «Jimi» Altamirano, el muchacho de 28 años, músico y malabarista callejero.
A eso se sumaron las declaraciones vertidas este miércoles al mediodía en conferencia de prensa en Rosario tras la balacera perpetrada en el Distrito Sudoeste y el reclamo airado del intendente Pablo Javkin, quien aseguró que la ciudad «estaba liberada» a las mafias y le pedía que el funcionario saliente venga a vivir en Rosario.
También hubo chispazos con los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada, quienes le espetaron al ministro saliente haber mencionado una posible allanamiento de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) al domicilio del presunto autor del crimen del músico y artista callejero.
“En la Policía vamos a ordenar los mandos de la manera que corresponde y vamos a reestructurar los cuadros para que, en los lugares más álgidos, estemos presentes a partir del tiempo que sea necesario”, había subrayado Rimoldi. Y, en ese sentido, había prometido «reacomodar los cuadros para volver a poner a la Policía en la calle».
Como dato significativo, el pasado 9 de diciembre había presentado la renuncia el subsecretario de Políticas de Seguridad Pública, Edgardo Glavinich, un hombre de extrema confianza de Rimoldi, según habían confirmado altas fuentes de la Casa Gris a La Capital.
Se trataba de un hombre que respondía al área comandada por el actual Secretario de Seguridad Pública, Claudio Brilloni, que ahora tomó el cargo que deja vacante la salida de Rimoldi.
La Capital