En julio de 2022, la vida de Miguelina Fredes Sarasola cambió para siempre. La maestra de primaria, nacida en la localidad entrerriana de Basavilbaso, abandonaba su trabajo como docente en una escuela de Campana para dedicarse exclusivamente a vender contenido erótico.
Su decisión ocurrió luego de que un grupo de padres detectara que Miguelina, a través de sus redes sociales, comercializaba fotos y videos en una plataforma para adultos. En aquel entonces, la madre de dos varones indicó: “Me indigna porque no saben lo que hay detrás. Vengo sufriendo hostigamiento de los papás desde hace años, incluso en otra escuela. Y ahora me atacan por otro lado. Me investigan lo que hago con mi vida privada fuera del ámbito institucional”.
Miguelina, que vive junto a sus hijos en una casa que alquila en Campana, se abocó de lleno a “vender contenido con mayor fluidez”, tal como expresó ante un nuevo llamado de TN.
“Lo hago sin tener vergüenza. Por suerte se me abrieron muchas puertas”, sostuvo Miguelina, que ofrece su material a través de sus cuentas de Twitter e Instagram, dejando un número de WhatsApp que ella misma responde.
“A veces los seguidores quieren hablar, y son muy respetuosos. No avalo ni me gustan las groserías. Cuando alguien me habla así lo dejo de lado. Entiendo sí que tienen sus morbos, pero no va conmigo”, reveló.
Cuando dejó su cargo en la Escuela Normal N°30, ante la presión de un grupo de padres que incluso se reunió con la dirección de la institución educativa, Miguelina se interiorizó en la materia y “profesionalizó” sus imágenes. “Trabajo con una persona con la que tengo confianza o a veces contrato una fotógrafa. La realidad es que me cuesta exhibirme con alguien que no conozco”, dijo.
La mujer de 29 años detalló que gracias a este ingreso pudo alquilar un departamento en la Ciudad de Buenos Aires y así potenciar su faceta artística. “Con el contenido que vendo por WhatsApp puedo llegar a ganar cerca de $160 mil por semana. Metiéndole con todo, eh. Pero lógicamente varía, dependiendo el mes. A veces el público se renueva también, ese es un tope máximo”, contó.
Y aunque le cueste hablar de dinero, Miguelina precisó que cada centavo que obtiene lo destina para su crecimiento como actriz y para el futuro de sus hijos, a quienes sueña con dejarle una casa.
“En mi casa actual no tengo nada de dinero, todo lo ahorro. Vivo sola con ellos, así que tengo mucho cuidado, porque temo por mi seguridad. En ese sentido, soy reservada”, indicó Miguelina, que próximamente publicará su primer tema musical y también cuenta con propuestas televisivas.
Y continuó: “Es una tarea difícil administrar el dinero. Voy constantemente a Buenos Aires y tuve que aprender a hacerlo. Tengo como propósito volver a tener un auto, así que no soy de despilfarrar ni mucho menos. Soy mamá y primero pienso en mis hijos”.
Miguelina expresó que a los tres meses de vender contenido pudo pagar una cirugía estética que siempre quiso realizarse: “Fue un retoque que me cambió la vida. Hoy me siento mucho más conforme con mi cuerpo”.
“Me ofrecen hacer encuentros sexuales, pero es un no rotundo. No lo necesito, no quiero acostarme con alguien que no me guste. Más que nada por los peligros que se corren hoy en día. Soy mamá de dos nenes y me tengo que cuidar. Este recurso de hacer fotos me divierte, porque luego se venden y ya está. Pero no el acostarme con otras personas. Mis seguidores lo tienen claro”, manifestó.