Concordia: Allanamiento por robo terminó con el hallazgo de cocaína de máxima pureza
Lo que comenzó como un procedimiento por el robo de una garrafa y una computadora terminó con un hallazgo inesperado: más de un kilo de cocaína de máxima pureza.
Concordia, Entre Ríos – Lo que comenzó como un procedimiento por el robo de una garrafa y una computadora terminó con un hallazgo inesperado: más de un kilo de cocaína de máxima pureza. El operativo se llevó a cabo en una vivienda de jurisdicción de la Comisaría Segunda, tras una denuncia por hurto domiciliario.
El procedimiento fue ordenado por la Justicia y ejecutado por personal de la Comisaría Segunda. En el domicilio allanado, los efectivos encontraron una garrafa de 10 kilos y una netbook, elementos que habían sido denunciados como sustraídos por un vecino. Sin embargo, al continuar con la requisa, se toparon con un paquete rectangular encintado de color amarillo, que llamó la atención por su embalaje característico.
Más de un kilo de cocaína y pruebas del narcomenudeo
Tras realizar el test correspondiente, se confirmó que el paquete contenía 1 kilo y 200 gramos de cocaína de alta pureza. Junto al estupefaciente se secuestraron elementos de corte y fraccionamiento, así como anotaciones vinculadas a la comercialización de droga.
Ante el hallazgo, se dio inmediata intervención a la División de Drogas Peligrosas, que tomó posesión del material incautado y continúa con la investigación para determinar el alcance de la operación narco en esa zona de Concordia.
El “sello del delfín”: marca registrada del narcotráfico regional
Según fuentes especializadas, el paquete llevaba el símbolo del delfín, una marca utilizada por cárteles para certificar la calidad de la cocaína. Este distintivo se ha vuelto habitual en operativos realizados en provincias como Buenos Aires, Salta y Entre Ríos, y es reconocido en el mundo narco como una garantía de pureza.
La droga con este sello tiene origen mayoritario en Bolivia, aunque también ha sido relacionada con redes de tráfico paraguayas. Su aparición en múltiples operativos consolida al “sello del delfín” como una especie de denominación de origen dentro del mercado ilícito de estupefacientes.