Una joven de 24 años fue asesinada de un disparo en el pecho y su novio dijo que se trató de un accidente cuando apretó el gatillo mientras manipulaba el arma. Sin embargo, la Policía descubrió que el impacto fue intencional y quedó detenido.
El trágico episodio ocurrió el pasado jueves en una vivienda ubicada en Falucho al 3200, en el barrio de Ingeniero Budge, localidad de Lomas de Zamora. Allí, Elena Arago (24) fue atacada por su novio, Emmanuel Brítez (30).
De acuerdo a los primeros datos brindados por los investigadores a Télam, la joven recibió un disparo en la parte izquierda del tórax proveniente de una escopeta que manipulaba su pareja.
Enseguida fue trasladada al Hospital Alende de la zona y asistida por personal médico. A pesar de ello, Arago murió a los minutos a causa de las graves lesiones.
De acuerdo a los primeros datos brindados por los investigadores a Télam, la joven recibió un disparo en la parte izquierda del tórax proveniente de una escopeta que manipulaba su pareja.
Enseguida fue trasladada al Hospital Alende de la zona y asistida por personal médico. A pesar de ello, Arago murió a los minutos a causa de las graves lesiones.
Personal de la Jefatura Departamental Lomas de Zamora comenzó las investigaciones y entrevistó a Brítez, quien explicó que se trató de un “accidente”. Según su relato, se encontraba sosteniendo el arma cuando esta se disparó.
La Policía lo llamó nuevamente a declarar y tuvo contradicciones en su relato. Además, había “descartado” el arma con la que disparó.
El sospechoso fue aprehendido y quedó a disposición del fiscal José Luis Juárez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 12 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, quien dispuso varios allanamientos.
Uno de los procedimientos fue realizado en la casa del acusado y en la casa lindera secuestraron una escopeta Remington calibre 12/70 que tenía un pedido de secuestro de la comisaría de Máximo Paz y será peritada para determinar si efectivamente fue la usada para cometer el crimen.
Además, las pesquisas procuraban establecer si había denuncias previas por violencia de género o si las personas cercanas a la pareja tenían conocimiento de algún tipo de maltrato.